SEGUNDO ENCUENTRO:(miércoles 8 de abril del 2015)
“DECI PA…”
Texto trabajado: "La
fuerza de la voluntad"
Buenas noches: Creo que todos podemos estar de
acuerdo en lo importante que es la fuerza de voluntad para conseguir algo que
nos propongamos. Es más, sin fuerza de voluntad, nada se logra, sobre todo si
nuestras capacidades son limitadas, como es mi caso. Pero con tesón, y
dedicando el tiempo necesario a la empresa nos ocupa, se logran las metas
marcadas. ¿Cómo consigue si no adelgazar la gente? Y el que logra, pongamos por
caso, superar unas difíciles oposiciones, ¿cómo lo logra si no es a base de
estudio, es decir, a base de fuerza de voluntad? Y el que deja el tabaco… Los
casos pueden ser miles, hasta el aburrimiento. Con frecuencia decimos: “Hija
mía, es que tienes una fuerza de voluntad que ya la quisiera yo para mí…”
Tendemos a creer que esa fuerza de voluntad es un don, un regalo… Nada más
equivocado. La persona porfiada sabe el esfuerzo, el tiempo y hasta la pasión
que ha tenido que emplear para conseguir tener bajo su control a la voluntad. Y
no le falta razón. Pero a veces, es tal la confianza en la voluntad, que el
hombre porfiado se aparta de la lógica que impone la realidad. Es el caso que
voy a relatarles el de un hombre que un día, sin comunicar a nadie su
propósito, se fue al campo, eligió la piedra que vio más apropiada, se situó
muy cerca, a un palmo de ella y vocalizando con claridad, le dijo:
-Pa.
Él la miró fijamente, intentando captarla por
completo; como queriendo establecer una comunicación absoluta con ella, y con
parsimonia, volvió a abrir sus labios:
-Pa.
Nuestro hombre había elegido “pa” porque es lo
primero que dicen los niños, la sílaba más fácil para arrancar a hablar.
-Pa.
Pero la piedra continuó en silencio. Ustedes
saben que un hombre porfiado no se rinde fácilmente. Así que pensó que los
hombres habían menospreciado las posibilidades verbales del reino mineral. Y
que tal vez fuera la primera vez que un hombre sobrio se encontrara frente a
frente con una piedra tratando de hacerla hablar.
-Pa.
Sin embargo, la piedra callaba. Él se acercó
más:
-Pa pa pa pa pa pa. ¡Pa!
No hubo respuesta. Se levantó. Fumó un
cigarrillo y se preguntó cómo debía comunicarse con ella. En ese momento,
disparó el cigarrillo con los dedos y se abalanzó sobre la piedra gritando:
-¡¡¡PAA!!!
El silencio de la piedra lo enterneció. La
acarició con la punta de los dedos y le dio un beso:
-Hola, piedra. Venga, di: pa. Sé que puedes.
Sé que puedes decir “pa”. Sé que puedes hablar, aunque sólo sea un poco. Sé que
para ti es difícil y que al principio estas cosas cuestan. De todo eso soy
consciente. No te pido nada que no puedas hacer con un poco de esfuerzo. Ahora
lo repetiré otra vez. Y tú lo repetirás conmigo. ¿De acuerdo?
Pero no: silencio. Silencio absoluto. Lo
intentó toda la tarde. Cuando anochecía, la recogió, se la llevó a casa y la
puso sobre la mesa del comedor. La cuidó, la lavó, la sacó al balcón, la sentó
en una silla:
-Anda, di: pa.
Tres días más tarde, nuestro hombre fingió
mosquearse:
-Muy bien. No hables si no quieres. ¿Te crees
que no advierto tu desprecio, no? Lo único que te digo es esto: de mí no se
burla nadie.
Luego la agarró con la mano derecha, la apretó
y finalmente la tiró con fuerza. En el cielo, la piedra describió un arco
increíble: por encima de la carretera, por encima del polígono industrial, por
encima del campo de fútbol donde un equipo vestido con camiseta verde y
pantalones blancos empataba con otro vestido con camiseta amarilla y pantalones
azules, por encima de la ciudad provinciana; hasta que cayó en el centro de una
plaza, a los pies de unos turistas alemanes que fotografiaban la catedral
gótica, y se estrelló contra los adoquines y, rompiéndose, dejó escapar un
sonido bastante parecido a “pa”.
Escritos:
“Los jóvenes se reunían a diario en las tardes de
verano. Eran las vacaciones, por lo tanto no tenía que ir a la escuela. Todos
sentían una admiración por Miguel, quien era que yendo de casa en casa los
juntaba en la canchita del barrio.Una tarde surgió un imprevisto, una piedra se
estrelló en la cabeza de Tomás, nadie dijo quien fue, no supimos quien arrojó
la piedra. Pero una emoción nos envolvió porque todos nos reímos de regreso a
casa”.
(Miguel Mena)
Piedra
es un cuento que estalla de intriga y suspenso, no entender bien por si
decirlo, darle cuento de él. En cuanto la estrelló/cayó piedra, porque en la
tierra, en brillo por la admiración y comprendido y suspenso y piedra libre
será o no será, no sé, será.
(Olga)
Tener
fuerza de voluntad es algo increíble, muchas veces lo veía en otras personas y
me parecía algo sorprendente.
La
abstinencia juega un papel muy duro cuando se intenta salir de algo que te
perjudica. Cuesta horrores tratar de llevarla, de resistir.El
acompañamiento y el apoyo de los demás es algo muy importante, que estén a tu
lado día a día dándote ánimos ayuda mucho, pero hay momentos en los que uno se
quiebra, en los cuales hay recaídas y vuelve la pesadilla, el infierno. Estar
en ese lugar en el que te sentís débil, cuesta.
Creo que así son algunos
procesos, de altas y bajas, en el que hay que poner mucho de uno para mejorar,
pero también está la parte de la contención de otros. (Rocío Garrido)