1er Encuentro: “El cuento de Isolina”
2do Encuentro: A partir del estímulo de imágenes surgieron...
“La rosa que engalana”
(Javier Suburbe Arietis 28-7-2015)
Estaba sentado en mi casa contemplando una rosa del florero que me habían regalado y me traía recuerdos y sentimientos de nostalgia y pena, ya que no había podido concretar una relación de amor con una chica que admiraba ya que deje de salir con ella, el vínculo se me hacía difícil y distante por timidez y falta de espontaneidad, entonces pensé en la rosa que le regalé y me imagine el aroma y volverla a ver.
Héctor Hurtado: nos narró una historia que se desvaneció en una sonrisa.
Sin título
(Rocío)
“Llegó una época en mi vida en la cual el dolor golpeaba con fuerzas, una ola de pensamientos negativos y una fuerte agustia me dejaba desparramada en la cama, muchas veces en el suelo.
Esos momentos eran muy dolorosos porque llegaban cuando menos me lo esperaba. Entonces ahí aparecía ella, que primero que nada abría la ventana o puerta de la habitación para que entrara mas aire y pudiera respirar mejor, permanecia a mi lado, acariciando mi espalda para que de a poco yo me calmara.
Esa hermosa calidez de sus brazos me hacían volver de ese lugar tan oscuro al cual suelo irme. Hay veces en la que no me dice ninguna palabra, sólo se sienta a mi lado y me hace compañía, eso es lo que más me gusta de ella, porque a pesar de que le duela verme así, ella pone todo de si misma para no quebrarse y ser fuerte por mi.
Cuando yo por fin puedo pensar con claridad y me puedo sentir aliviada les doy las gracias por estar conmigo en todo momento, incluso cuando se pone difícil.
Natalia, como yo le digo, “mamá”, es una de las personas más fuertes que he llegado a conocer en mi vida. Es mi pilar y una de las personas por las cuales yo sigo de pie.”
3er Encuentro: A partir de manchas en la silla...
NECESITABA SENTARME O AGARRARME DE ALGO
Necesitaba sentarme o agarrarme de algo, yo andaba a caballo en balsa las perlas cuando era joven en aquella época, en aquel tiempo y vine para la cuarta por tomar vino, pero ahora me tienen en este hospital hace 21 años y el loco masa el vino porque... (el resto no se entiende... Hector Hurtado)
PENSAREMOS POR USTED!
Habían manchas de sangre por todo el piso, ellos se asustaron y al escuchar aquella persona llorar se volvieron a imaginar lo que podría haber pasado.
Subieron las escaleras y ahí estaba Esteban con unos cortes en el brazo que no paraba de sangrar. Los padres asustados lo llevaron a la guardia para que lo vea un médico y pudiera sanarlo. Trataron de calmarlo, fue a verlo su psicóloga y charlaron. Luego llegó la psiquiatra y juntas le dijeron “ es momento de que pensemos por vos”, “que te dejes ayudar y cuidar”.
Y así fue como Esteban de a poco pudo ir mejorando su estilo de vida, pero en sus brazos llevaba esas horribles cicatrices las cuales le recordaban lo mal que la había pasado en esos momentos, pero a la vez le recordaban que todo con el tiempo sana, incluso las cosas que parecían no tener solución. (Rocío)
NO PUEDO DESPOJARME DE ESA IDEA
No puedo despojarme de ese pensamiento intruso de que me persigue la mafia de una agrupación politica; hace seis meses tomé mi fusil FAL que tenía debajo de la cama, me parapeté con sillas, sillones y una mesa para defenderme porque me venían a buscar los mafiosos para torturarme, tenía en mi mano el fusil , una granada y gases lacrimógenos , los iba a usar si me descubrían , todo el tiempo escuchaba las voces de los atacantes que decían: salí de tu guarida si sos macho, te vamos a cortar los cojones, vas a reventar como un sapo, tenes los segundos contados , sos boleta ahora mismo, estuve en mi trinchera 10 horas nocturnas, en eso veo la policía que venía con su sirena y detrás una ambulancia del hospital Dr. Cabred, eran las 7:30 de la mañana no había podido dormir toda la noche, las guardias de infantería eran los médicos y enfermeros del hospital que traian una batería de psicofármacos para poder tranquilizarme, estaba alucinando con esas mafias siempre presentes en esas voces que yo escuchaba y me venían a internar por orden del juez Mercedes. Tres meses sin salir de casa por ideas de persecución y aislamiento forzado. Dije: me rindo! ¡Pero no me ejecuten! En ese momento tres enfermeros me llevaron con un chaleco de fuerza a la guardia del hospital y de ahí a la sala de internación; me doparon con medicación y no sé más nada, el desenlace lo sabrán ustedes! Javier- 1-8